105 min.
90 min.
195 min.
Esta receta lleva un poco de tiempo, pero vale la pena porque el sabor es magnífico. La salsa tiene más sabor si se prepara el día anterior y se dejar reposar durante la noche. Usted puede preparar ésta lasagna con anticipación y tenerla en el freezer durante un par de semanas antes de hornearla.
Ingredientes:
- 75 cc. de aceite de oliva
- 4 cebollas, picadas
- 6 (500 g) latas de tomates triturados
- 8 dientes de ajo, picados
- 370 g de puré de tomate
- sal y pimienta a gusto
Preparación:
1En una gran olla, calentar el aceite de oliva a fuego medio-alto. Saltear la cebolla y el ajo hasta que estén suaves y ligeramente transparentes. Verter el tomate triturado y llevar a ebullición. Agregar el puré de tomate, sal y pimienta. Cocinar a fuego lento. Añadir las hojas de albahaca y cocinar, revolviendo de vez en cuando durante una hora. Agregar la sal y la pimienta y el vino tinto y dejar cocinar a fuego lento una hora o hasta lograr la consistencia deseada. Retirar del fuego y dejar enfriar. Si tiene tiempo, dejar reposar en la heladera de un día para el otro.
2Calentar una cacerola grande con agua y dejar hervir. Agregar las planchas de lasagna y cocinar durante 10 a 15 minutos o hasta que estén al dente, escurrir y dejar enfriar.
3Precalentar el horno a 180 º C (horno medio). Enmantecar y enharinar un molde de torta redondo, desmontable, de 5 cm de altura.
4Usted necesitará dos fuentes de horno de 9 cm x 17 cm aproximadamente. Poner una capa de salsa en la parte inferior de la fuente, y luego una capa de planchas de lasagna ligeramente superpuestas. Extender una capa de ricotta sobre la lasagna y un poquito de queso mozzarella. Repetir el procedimiento hasta llenar la fuente, asegurándose de terminar con una capa de lasagna en la parte superior. Extender una capa de salsa por encima y espolvorear con queso mozzarella y parmesano. Cubrir con papel aluminio.
5Hornear durante una hora. Retirar el papel aluminio y hornear otra media hora.
Porciones:
12