Huevos florentinos

1Para hacer la salsa de queso, mezclar la fécula de maíz con un poco de leche hasta formar una pasta. Verter el resto de la leche en una olla y llevar a hervor. Incorporar la leche hirviendo a la mezcla de la fécula de maíz y volver a verter todo en la olla. Llevar a hervor, revolviendo. Una vez que haya espesado, cocinar a fuego bajo 2 minutos. Retirar del fuego, incorporar el queso gruyère, y condimentar con nuez moscada y pimienta. Cubrir la superficie de la salsa con papel manteca para impedir que se forme una costra y dejar en un lugar cálido.

2Calentar la margarina con el aceite en una olla. Agregar el puerro y cocinar hasta que comience a ablandarse. Agregar la espinaca y revolver. Tapar la olla y cocinar a fuego moderado hasta que la espinaca se haya ablandado y el puerro esté tierno. Escurrir las verduras en un colador para quitar el exceso de líquido. Volver a colocar en la olla y condimentar con pimienta. Tapar y mantener caliente.

3Mientras las verduras se cocinan, llenar una sartén grande con agua, hasta la mitad, y llevar a hervor suave. Agregar el vinagre. Romper los huevos, uno por uno, y cocinarlos de 3 a 4 minutos, echando el agua caliente sobre las yemas con una cuchara. Sacar los huevos con una espumadera y escurrir sobre papel de cocina.

4Precalentar el horno. Extender la mezcla de puerro y espinaca formando una capa pareja, en un molde refractario. Hacer cuatro huecos en las verduras con el revés de una cuchara y colocar un huevo escalfado en cada uno. Verter la salsa de queso sobre los huevos. Espolvorear con páprika y llevar el molde al horno. Cocinar de 3 a 4 minutos hasta que esté ligeramente dorado. Servir de inmediato.