Tarta de durazno y arándanos frescos

1Precalentar el horno a 190 *C (horno moderado). Enmantecar y enharinar una tartera de 23cm de diámetro. Forrar la base con papel manteca.

2Para la masa: en un bowl, combinar la harina, la polenta, el azúcar y la sal. Agregar la manteca bien fría y batir con batidora eléctrica hasta lograr granitos del tamaño de porotos. Con la batidora andando, agregar el agua de a una cucharada por vez. Mezclar sólo hasta que la masa se una en un bollo.

3Volcar el bollo sobre la mesada ligeramente enharinada y estirar con palote hasta lograr un rectángulo. Doblar en tres, cubrir con film transparente y llevar a la heladera unos 20 minutos.

4Para el relleno: Pesar los duraznos y los arándanos para lograr un total de 800g de fruta. Pelar los duraznos, quitar el carozo y cortar en gajos de 1,5cm. Colocar en un bowl y agregar los arándanos, el vino, y el azúcar. Volcar todo en un colador y sentar el colador sobre el bowl. Tapar y dejar que suelte el jugo por 15 minutos.

5Pasado ese tiempo, colocar el jugo de fruta en una cacerola pequeña y dejar reducir a fuego bajo hasta lograr un jarabe. Agregar el jarabe a las frutas.

6Retirar la masa de la heladera. Extender y separar 3/4 de la masa. Estirar hasta lograr un círculo de 3mm de espesor. transgerir al molde y cubrir bien la base y los lados. Recortar el excedente y llevar a la heladera.

7Estirar el resto de masa y cortar formas con cortapastas. Levantar las formas de masa con ayuda de una espátula, colocar sobre un plato y llevar a la heladera hasta el momento de utilizar.

8retirra la tarta de la heladera y espolvorear la base con los amaretti y vainillas molidos. Verter encima el relleno de frutas y cubrir la superficie con las formas de masa recortadas. Espolvorear con azúcar.

9Llevar al horno y cocinar 55-60 minutos o hasta que la masa esté dorada. Para que el relleno no salpique el horno, colocar una asadera en el estante de abajo. Retirar del horno y dejar entibiar 3 horas antes de servir.