30 min.
75 min.
105 min.
Este postre tiene la consistencia de un cheesecake pero se prepara con un relleno cremoso de ricotta. La base de amarettis le da un sabor particular y una textura muy crocante. Las frutillas y kiwis le aportan color y lo hacen muy fresco, ideal para el verano.
Ingredientes:
- 125g de galletitas amaretti, trituradas
- 450g de ricotta
- 3 huevos, separados
- 120g de azúcar
- 1 naranja pequeña, finamente rallada
- 125cc de crema de leche
- 2 cucharadas de harina
Preparación:
1Precalentar el horno a 160 ºC (horno bajo). Enmantecar una tortera desmontable de 20cm de diámetro y forrar la base con papel manteca. Espolvorear los amarettis triturados cubriendo la base de manera uniforme y reservar.
2En una licuadora o procesadora de alimentos, colocar la ricotta, las yemas de huevo, el azúcar y la ralladura de naranja. Licuar hasta que quede suave y bien integrado. Verter la mezcla en un bowl. Tamizar la harina sobre la superficie e incorporar suavemente con ayuda de una espátula.
3En un recipiente aparte, batir las claras de huevo a punto nieve. Usando una cuchara de metal, incorporar suavemente en la mezcla de ricotta. Volcar en el molde, teniendo cuidado de no mover las migas de la base. Alisar la superficie.
4Hornear durante 1 hora o hasta que esté ligeramente elevado, firme y dorado. Apagar el horno y dejar la torta adentro durante 15 minutos. Retirar del horno y dejer enfriar. Enfriar en la heladera antes de servir, si lo desea.
5Desmoldar el cheesecake de la tortera y colocar en una fuente para servir. Colocar las rodajas de frutillas y kiwis en la parte superior y espolvorear con el azúcar impalpable.
Porciones:
8