30 min.
75 min.
105 min.
Este pollo a la sal sale crocante por afuera y bien tierno por dentro con todo el perfume de la salvia y el limón. El truco de desprender la piel de la carne e insertar ahí manteca con hierbas le da un excelente sabor.
Ingredientes:
- 1 pollo entero, sin menudos
- 1 limón
- 1 manojo de salvia fresca
- 3 cucharadas de manteca, a temperatura ambiente
- 1 diente de ajo, picado
- 1kg de sal gruesa
Preparación:
1Precalentar el horno a 180C (moderado). Separar una asadera con altura.
2Distribuir la sal gruesa en la base de la asadera formando un buen colchón grueso.
3En un bowl, colocar la manteca blanda ( no derretida), el ajo picado, y la mitad de la salvia picadita. Unir formando una pasta. Con las manos, despegar cuidadosamente la piel del pollo de la pechuga formando una especie de bolsillo. Por ahí. colocar la manteca de hierbas para dar sabor al pollo. Hacer lo mismo despegando la piel de los muslos y patas, y untando con manteca. Untar el resto de manteca por afuera del pollo masajeando bien. Cortar el limón por la mitad y colocarlo en la cavidad del pollo junto con el resto de salvia.
4Sentar el pollo sobre la sal y llevar al horno.
5Cocinar hasta que los jugos salgan claros, esté bien dorado y los muslos se desprendan del pollo. La temperatura interna del pollo debe ser de 73C. Retirar y dejar descansar 10 minutos antes de servir.
Porciones:
4
